Bilbo Roller Maraton

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Bueno, pues que ya está, ya hemos metido el patín en las calles de Bilbao.
Jueves tarde, 13 inscritos… Domingo por la mañana, unos 60… ¡Menos mal!
6:35, están ya Roberto y Errapel esperando. 6:40, Alberto llega en bici, 6:45, el turno de Ray, y despues Julián, también en bici. Algunos ya están “flan”… 😉
Ya de salida, con eso de que no tenemos prisa al salir detrás, casi nos cierran la Gran Via, porque nos lo tomamos con tranquilidad, fotos y más fotos, y porque vi que los del fondo de la calle empezaban a coger las vallas… Total, que algunos salimos esprintando, para ir avisando a los controles 😉
Luego, tranquilamente por detrás, de cháchara, hasta la pista de Zorroza con carretera cutre, es cierto. Fuimos por la acera, no hay como llevar guías locales que te van enseñando sus zonas ruteras ;-)) En cuanto el piso empieza a ser más decente empezamos a adelantar corredores, con cuidadito y buena letra 😉
La pista de Zorroza corre más que la de Anoeta (bastante más, diría yo), y de allí a la ciclable junto al río, gozosa. El temido «col del Euskalduna»… caca de vaca, entre otras cosas, porque se sube con carrerilla. La bajada del puente, gozosa, con curvaza a 180º amplia en esta primera vuelta, y regreso por el paseíllo junto al río, hasta otro puente. Aquí pillamos ya al grupo que creíamos cabecero, y ralentizamos, pero nos dicen que por delante va otro, o sea que “a saco” otra vez. Genial, que bien se corre con Bilbao cerrado “olforas” (es que en Bilbo les mola inglis). Nos volvemos a parar en un avituallamiento, a pasar el rato hasta que llega el primer grupo, y entonces otra vez ¡ por el marroquí!. Al cruzar el puente nos meten por otro paseo (el del Gugemheim), en esta ocasión más…»técnico» (según iba patinando me imaginaba cada tramo del recorrido en carrera con patinadores de ambos extremos: los «pro» y los de «a que no hay huevos de comprarte unos patines y hacer la Bilbo RollerMaraton”, que cambia mucho la cosa según con que ojos lo mires). Muy bonito tramo para ir de paseillo, pero puede ser otra de las dificultades para hacerla «carrera-carrera».
A partir de aquí, volvemos a subir el puente de Euskalduna, pero ahora tras bajar de una acera y 180º para empezar a subir… pero es igual, se sube fácil (salvo que te piques, que a alguno el corazón se le salía por la boca una vez arriba 😉 ). La bajada esta vez es diferente, porque vas rodeado de corredores doblados, y además hay que seguir recto, sin girar los180º (Ray,¿donde vas? ¡Ray…! ¡Ray! ¡Ray, que es por aquí! 😆 😆 )

Desde aquí hasta Las Arenas, gozoso. Ya hemos pillado otra vez a la cabeza, o sea que mientras algunos siguen al Mohamed ese que cada vez va sacando más distancia a sus perseguidores, otros nos dedicamos a quedarnos, ir recogiendo gente descolgada en bonitos trenes (predominantemente azules 😉 ),empalmar con la cabeza y volver a pararnos. Si miras a la derecha el paisaje no es muy idílico, pero a la izquierda gana mucho: la ría de Bilbao, con sus barcos, traineras, piraguas y txipironeras mola bastante.
Ya vemos el puente colgante de Portugalete, llega el paso (paseo) por Las Arenas, muy bonito, con un poco de caos circulatorio para los que iban por detrás, pero a nuestro grupo, como somos muchos, nos respetan más 😉
Damos la vuelta en la playa, para enfilar ya el regreso a Bilbo. Al entrar otra vez en el casco urbano, con una preciosa recta por delante, va Errapel y lanza un “Que ¿Volvemos atrás para hacer más kilómetros?” ¡Moooola! Roberto y yo nos animamos, y allá vamos los tres, más Mayra y Artiz que venían “de ida” todavía, en compacto “trenno azzurro”, al que se suma Jesus Ortiz, el tolosarra, que se había parado a saludar a la familia (la hinchada más móvil: estaban en todas partes). No se si fueron, 3 o 6 km más, pero ya no veíamos la cabeza de carrera, ni a sus perseguidores, por tanto, con Jesus en cabeza, ¡a saaaaaco! ¿Quién decía eso de “para no poder correr no voy a inscribirme”? Aquí no corre el que no quiere 😉 Primero me quede yo, con lo cual quedo descolgado también Roberto que iba detrás de mí, y cuando Roberto alcanzó a Errapel este ya se había quedado de Jesus (o algo así, que lo cuenten ellos ;-)) En fin, que a saco hasta entrar en Bilbo, pese al ligero viento en contra y a los escasos tramos de piso rebotón (como el de Donosti, no penséis que peor).
La entrada, detrás del primer corredor, y animándole a saco, fue mundial, porque, oye, que hemos podido salir en la maratón, descafeinada, pero maratón, y esto puede ser el primer paso de un futuro maratón más patinador… Y si no “que nos quiten lo bailao”.
Buibuerder. Buiardetxanpions, oeo, oe, oe (que sí, que en Bilbo les mola el inglis).

Una respuesta a «Bilbo Roller Maraton»

  1. Cuando me dijeron que la maratón esta era de 42 km. me dije «no puede ser en BIlbao, si fuera en Bilbao sería de 70 km» y allí me quedé; en Lasarte con los patines puestos esperando a que cerraran el tráfico para salir disparado.

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